Al ingresar en un sitio desconocido lo recorremos despacio y con cautela, estamos sensibles, atentos y cautelosos, nuestra vision se agudiza, el tacto esta mas elocuente, el oído separa los sonidos y los clasifica, el gusto saborea un sentido seco y acido del ambiente nuevo, y nuestro corazón late mas apresurados que de costumbre.
Y nada ocurre, solo estamos entrando en un momento nuevo y desconocido, una pandemia, un nuevo trabajo, la cita que tanto esperaba.
Estamos destinados a estar aquí y ahora y estamos listos para hacerlo.
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